domingo, 15 de junio de 2014

Metáfora

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No son los poetas los únicos que escriben metáforas. Yo no soy poeta y las escribo muchas veces. Estuvimos en la desembocadura del río Tordera, bueno, mejor dicho, en su metáfora, pues más que río es un torrente, y más que desembocar, se estanca, en un  lago pequeño, para más señas. La pertinaz sequía y la acción humana han acabado con el agua y con el entorno del agua; conforme nos acercábamos vimos los restos de un fuego reciente, y eso sí que no fue metáfora, eso fueron llamas tal cual. Hacía años que no visitaba el lugar, al que accedimos Enric y yo en bicicleta, a lo largo de unos veinte kilómetros, que ya es decir, pues ya no somos jovenzuelos. Decía que hacía tiempo que no visitaba el lugar y me apenó ver el litoral tan degradado y la especulación adueñándose de los caminos y torrenteras -en catalán se llaman rials- y de los pasos seculares. En mi localidad pasa igual. Primero no se desbrozan los caminos de sus plantas más abundantes, cañas sobretodo, después se deja amontonar la arena de las riadas en los márgenes, se espera a que algunos restos contribuyan, y se cierra, por último,  aguas arriba, el sendero con una cadena, aduciendo propiedad e inexistencia de paso. Generalmente lo hace el propietario colindante, que se cree en el derecho de hacer tal cosa.
En el Tordera, entre Malgrat y Blanes, cerrando el sendero -que es la playa- hay pared y cámping, tocando al mar, como desafiando, así que hay que dar la vuelta y rodear el brete, unos kilómetros de perímetro, va así, tal cual, y si no te gusta taza y media, que es lo que se despacha en nuestra España hoy. A pesar de todo, el camino es bonito, y el río también; si hay agua va corriendo entre  los cañizares y  las verdes plantas de ribera, hay patos y gaviotas y algunas aves de paso, de esas que van y que vienen y que nunca sabes muy bien si van a estar.
Ya lo dijo Manrique: -Nuestras vidas son los ríos, que van a dar al mar, que es el morir- 
Yo diría además, que al paso que vamos, en nuestras vidas no habrá ríos, y del mar solo quedará el morir.

1 comentario:

  1. Yo diría David, que tienes Alma de Poeta, sin dudas. Me encanta: " hay patos y gaviotas y algunas aves de paso, de esas que van y que vienen y que nunca sabes muy bien si van a estar", Gracias por los paseos tan amenos, llenos de coloridos y sentimientos que nos proporciona a los lectores.


    Gracias por tu altruismo, David, que existen autores que presumen de ser buena gente que dan lecciones de vida y lo que subyace es el interés económico, ya lo dice el refrán " Dime de qué presumes y te diré de qué careces".


    Saludos amables. Teresa.

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