miércoles, 27 de marzo de 2013

Científicos aficionados, científicos profesionales (transcripciones de un foro)




El término "profesional" y "aficionado", suele y puede referirse a criterios gananciales más que competenciales.
Lo que ocurre es que las cosas pueden hacerse solamente de dos maneras, bien o mal. Y las otras, o sea, las que pueden hacerse medianamente bien, no dudéis, están mal.
Cierto es que en el garaje de casa, es difícil montar un accelerador para encontrar no sé qué..Pero no es menos verdad que las aportaciones clásicas al Saber, han sido hechas por personas ajenas, muchas veces, al entorno "profesional" o como mínimo en ámbitos profesionales "no propios".
Supongo que pudiere ser que la acomodación devenga el principal escollo del que no espera ya más que una nómina creída segura.
Como asevera el refranero vernáculo y traduzco, pasa entonces que: "Los árboles esconden el bosque", que en buen castellano también suena y se entiende, como aquello que siendo parte esconde el todo.

La cuestión dilucidada excede la condición adjetival del título. La relación difícil entre "profesionales y aficionados" debe considerarse una consecuencia más que una causa. Además, insisto también en reafirmarme en que estas categorías funcionales, lo son, por nómina más que por formación. Yo soy pedagogo, y al amparo del título de licenciatura debería considerarse mi aptitud demostrada y refrentada profesionalmente en el ámbito educativo. Sería pues yo un profesional. Pues no es así. Lo que determina la profesionalidad es cobrar por el ejercicio de la función, por tanto la percepción de un diplomado en ejercicio docente es, socialmente considerada más profesional que la mía aun siendo su formación menor y su experiencia escasa. Ese es el brete a resolver.

Las relaciones humanas, vienen condicionadas por muchos factores, entre los cuales son socialmente muy determinantes los roles. En un estado ideal de circunstancias, rol es identidad, en un sistema imperfecto, rol se asemeja a identidad, en el nuestro, rol no garantiza identidad. Podría extenderse el matiz Ad infinitum , considerando todos los matices y perseverancias de las identidades y los roles, sería una tarea tan absurda como ardua. Detrás de casi todo está el dinero o el interés por el dinero, considerando "el poder" una forma de ganancial, quizá no monetario pero sí fiduciario y como tal sujeto a las leyes imperativas en la formación del "parece" que es en definitiva la condición sine qua non de un rol. Remite mi tesis al Hamlet, en tanto se interroga allí por la identidad del yo: Ser o no Ser.(Mayúsculas obligan)

Las personas cuya seguridad estriba en creer tener la nómina sustentada en firmes garantes, tienen "tics" muy concretos. Como concretas las Parcas son, y más difusas las Gracias.
Ese es, a mi modo de ver, "el problema". No es tanto el qué. ni tan siquiera el cómo, mas sí , el quién, el dónde y el porqué.
Los "institucionalizados", públicos o privados, si son mediocres temen, si temen rehuyen, si rehuyen se encriptan.
La mediocridad mengua los resultados y eleva las desconfianzas. Si no son mediocres es mas fácil la relación.
Es considerado lo anterior válido para personas con aptitudes sociales comunes (nótese que me guardo de decir normales), en caso de desórdenes más o menos severos de la capacidad objetiva de relación, ya no me atrevo a especular.

A mi juicio, falta oficio.

1 comentario:

  1. Cuando se habla de " mediocridad", normalmente nos referimos a un aspecto despectivo y no nos equivocamos, de todas maneras, soy persona que defiendo el RESPETO por la MEDIOCRIDAD sana, cualidad que puede tenerla personas muy decentes y responsables, sí que no son números unos en sus profesiones o estudios, son normalitas pero muy honestas, y también estas personas contribuyen en el Hacer Diario de un País, junto a los números unos, como no.


    Ahora vamos con la mediocridad a la que nos referimos todos en casi todas las ocasiones, obstaculiza el paso de personas decentes, trabajadores y responsables. No hay algo peor que un mediocre, al ser conscientes de lo que son, son puestos en evidencia por los demás, el problema viene, cuando el número de esos mediocres se incrementa y gana la partida al resto de personas normales, todo resulta ser un fracaso.


    Qué final más Mágico, David y magnífico: " Las personas cuya seguridad estriba en creer tener la nómina sustentada en firmes garantes, tienen "tics" muy concretos. Como concretas las Parcas son, y más difusas las Gracias".


    Genial lo siguiente, tan verdadero: " Ese es, a mi modo de ver, "el problema". No es tanto el qué. ni tan siquiera el cómo, mas sí , el quién, el dónde y el porqué"...¡ A saber...mejor quedarnos con la duda!, es todo tan inexplicable.


    Falta oficio, si es verdad...¿no deberían los profesores tener pasión por la enseñanza en vez de estar tan institucionalizados?, de todas maneras, todo mi cariño y confianza a aquellos profes que dentro de los márgenes posibles desarrollan toda su labor decentemente.


    https://www.youtube.com/watch?v=I4EtygdvZZk


    Magnífico tus finales, David. Un saludo afectuoso. Teresa.

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